Fortaleza medieval de Muro de Roda, valle de La Fueva


"Las montañas más altas temen a los que andan despacio"

"Mas vale perder el tiempo con los amigos... que perder amigos con el tiempo...Por este dulce motivo, pierdo el tiempo contigo... porque NO quiero perderte con el tiempo, amigo"

Regresad vivos, regresad como amigos, llegad a la cumbre. Por ese orden (Roger Baxter-Jones).

domingo, 13 de diciembre de 2009

Sierra de Nabaín, 1.796 m. Abel y Santi.

Santa Marina (Sierra de Nabaín)
2 de Diciembre de 2009
La Sierra de Nabaín se encuentra al norte de Boltaña, donde la cordillera Pirenaica comienza a presentarse agreste y difícil, donde alcanza sus mayores altitudes.
Este pico es un excelente mirador y además supone un buen entrenamiento para afrontar excursiones de mayor envergadura.
Con Abel comentábamos la belleza de nuestras montañas, que cuando las contemplamos nevadas nos invitan a disfrutarlas y a conservarlas. Un sentimiento que se le despierta a todo aquel que pasa por aquí y se detiene a hacerles una foto.



Pasado Boltaña, unos kilómetros después, encontramos un desvio a la derecha hacia la población de Ascaso, que destaca por una inusual oferta turística: los relojes de sus fachadas.

Tomamos a la entrada del pueblo una senda al Norte, que atraviesa unas fajas y ya desvía al Oeste, para ascender duramente por un terreno de roca con escasa vegetación.
Sólo algún boj resiste en las grietas del suelo.

Detrás nuestro queda la Peña Montañesa, y el nevado y bello Cotiella.

Como puede observarse, el suelo es un fondo marino repleto de pequeños fósiles que fotografié con detalle





Llegamos a un acantilado con vistas a Jánovas, donde en tiempos se pretendía construir un pantano.



A medida que alcanzamos altitud podemos ver el Punta Suelza, flanqueado por el punta Fuesa a su izquierda y el Bachimala a la derecha.





No menos impresionante el gigantesco macizo de Posets, y a su derecha los Eristes.







La Montañesa se viste de color a medida que el sol se alza.







Y ya en el pico, pisando mucha nieve, el cielo se cubre para no dejar ver Las Sorores, mi objetivo. Vaya mala suerte, la segunda vez que me pasa.





Las Sestrales parecen en una nevera, pero apetece pisar su cima con un gran colchón de nieve.







Y después de una hora de espera, la nube se rompe un poco y nos regala las vistas mejores.







Las Hayas enrojecen de frío sin su vestido de hojas, igual que en el Moncayo los enormes hayedos que lo jalonan.












Abel y Santi en la cima.







La sierra del Sevil y la de Balced, reflejan el tenue Sol con gran belleza.







Y de regreso, de nuevo los enormes acantilados nos deleitan la vista.







La Peña Montañesa se cambia el traje....







Qué gran día hemos pasado.
Nosotros nos vamos. Hazme caso:
Ven a Ascaso.