Fortaleza medieval de Muro de Roda, valle de La Fueva


"Las montañas más altas temen a los que andan despacio"

"Mas vale perder el tiempo con los amigos... que perder amigos con el tiempo...Por este dulce motivo, pierdo el tiempo contigo... porque NO quiero perderte con el tiempo, amigo"

Regresad vivos, regresad como amigos, llegad a la cumbre. Por ese orden (Roger Baxter-Jones).

domingo, 21 de marzo de 2010

Monte Jebbel Toubkal, 4.167 m.

Llegó la primera expedición de mi vida.
Fue en Noviembre de 2009 cuando mis amigos Manuel Silva e Israel Uclés decidieron emprender esta magnífica aventura.
Nada mas tener noticia me apunté con ellos, Marrakesh era un deseo antiguo, un destino turístico
que no pude cumplir y que ahora cambiaba de vocación mas no de objetivo.
Ibamos a conquistar el Atlas, el Monte Toubkal, cumpliendo a la vez mi primer cuatromil ...y el sueño olvidado, visitar tierras árabes.
Marrakesh es pueblo próximo en distancia, mas lejano en cultura. 
Había que poner a prueba el valor de conocer lo desconocido y de ascender a las mayores alturas.
La emoción era evidente, tanto que la voz corrió como la pólvora y acabamos siendo diez aventureros mas los otros grupos que se nos adelantaron.
He aquí el relato de nuestras vivencias.


Desde las alturas, a poco de despegar de Barajas, divisábamos Sierra Nevada, la anterior cima que protagonizamos con el Club Montisonense.



Y solo cruzar el estrecho, apareció encima de un mar de nubes la cordillera del Atlas, extensísima y blanca, poderosa y altiva dándonos la bienvenida al gran continente africano.



Marrakesh es verde, un gran llano muy poblado y fructífero.





Unas horas más tarde llegábamos a Imlil, ¿no recuerda al Himalaya?
Es la sensación que teníamos, aún sin conocer nada de Nepal, claro.
Es que ver un pueblo como este y las montañas al fondo...tan altas y nevadas, solo sobran los coches, pero más arriba no había mas que burros y mulos, y las viejas casas estaban muy arregladas por dentro, al menos nuestro "hotel"








A la mañana siguiente partimos sin mochilas, los mulos trasladaban nuestros mochilones hacia el refugio del Toubkal.










A pesar de no llevar mochilas la marcha resultó larga y difícil, en mi caso llegué agotado.
Tuvimos la tarde para reponer fuerzas y adaptarnos a ese refugio tan distinto a los de España y a la vez tan normal y acogedor.

Al dia siguiente madrugamos para dar tiempo a todo, eran las 6,30 que nos calzábamos los crampones y por una nieve muy dura emprendimos la ascensión.
Superada la primera "pala" sin contratiempos, hicimos un pequeño descanso comiendo solo un poco, y para arriba de nuevo avanzando por la inclinada canal de nieve que a ratos se hacía durilla pero poco a poco..





Estamos llegando a un collado, Israel, Manu e Irene se adelantan bastante.





Llegamos a un collado y aclaraba el día, menudas vistas tan bellas hacia el Toubkal Oeste.





El último tramo lo hicimos sin crampones llegando a la cima con viento frío pero con muchísima alegría.
Un marroquí del refugio nos acompañó y disfrutó tanto como nosotros, me pidió la fotografía.





Enfrente asomaban el Ras y el Timesguida, nuestros objetivos para mañana,
bajo un "hongo atómico" bellísimo y amenazador.
Daban tiempo nublado para mañana, así que era cuestión de dejar hoy el pabellón alto...





Y como no podía ser de otro modo, ascendimos al Toubkal Oeste (4.030 m.),
bella cima y grandiosa panorámica, detrás teníamos el
Gran Jebbel Toubkal mucho más imponente visto desde aquí.





Y en una brecha pude sacar esta fotografía, ¡¡¡qué pasada!!!! Esa es la vertiente de la cordillera que da al Gran desierto del Sáhara!!





El descenso es rápido, llegando a la hora de comer, y mira que bellísimas montañas con los reflejos del mediodía.





Hoy la comida fue muy suculenta, nos tratan muy bien en el refugio, Hassan es un excelente compañero y está en todo.





Una noche estrelladísima acabó con los malos augurios sobre el tiempo. Había que salir con garbo y rápido antes que el tiempo cambiara.
Un suave ascenso al principio nos lleva a una especie de "plateau" donde uno se quedaría solo para disfrutar del paisaje.





Luego el ascenso se tornaba durillo hasta un collado muy elevado
por encima de 3.750 m. (Tizi-n-Ouagane)
Allí descansamos y comimos un poco, para emprender a nuestra derecha una arista de gran belleza y poca complicación.




Aquí se ve lo impresionante de esta arista y su grandiosa belleza, entre imponentes cumbres.





Para llegar al primer cuatro mil de esta segunda jornada deberemos subir una inclinadísima ladera que se me atraganta, como no podía ser de otra manera. ¡Cómo se nota la altitud!
Sudando la gota gorda consguimos el éxito en el Ras n' Ouanoukrim (4.083 m.),
Irene bromeaba al ver mis celebraciones.





Foto de grupo, en la cima del Ras.




Y a continuación, por una blanca loma....
al Timesguida, (4.089 m.).
Celebración Club Montisonense - Club Litera.






Las nubes se nos echan encima, no podemos perder mucho tiempo así que iniciamos el descenso muy rápidos. El paisaje es bellísimo... pues la nieve brilla a la luz tenue del sol.






Llegamos muy pronto, como ayer, al refugio del Toubkal.
Comemos los primeros, recogemos nuestras cosas, son momentos muy emotivos, no querríamos irnos todavía de este lugar tan increíble.




Despedida del Refugio y sus guardas.





Aquí suben provisiones otros chicos, hasta los niños suben bolsas de naranjas.




Un buen rato mas tarde, alcanzamos este pequeño poblado donde nos acosan para que compremos recuerdos.





Llegando a Imlil, el río se desbordó hace escasos días y enseguida aprovechan a recoger arena.
Ambiente rural rural








El abuelo de Hassan, Hamid y Hussein, inaguró el Refugio de Toubkal hace mas de 40 años.





Nuestro Hotel de Marrakesh





Miseria innecesaria




Y lujo igual de sobrado, es así esta ciudad, de extremos incomprensibles.





Ojo no te pique la cobra o la vívora del desierto. Igual te quedas aquí.
Esto lo hacemos en España y nos meten en el calabozo.





Al menos chiringuitos sí tienen, vaya que si tienen. Esto es el Zoco.







Ha sido una increible experiencia, un viaje alucinante.
Un saludo a todo el Club Montisonense.