Fortaleza medieval de Muro de Roda, valle de La Fueva


"Las montañas más altas temen a los que andan despacio"

"Mas vale perder el tiempo con los amigos... que perder amigos con el tiempo...Por este dulce motivo, pierdo el tiempo contigo... porque NO quiero perderte con el tiempo, amigo"

Regresad vivos, regresad como amigos, llegad a la cumbre. Por ese orden (Roger Baxter-Jones).

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sábado, 23 de marzo de 2013

Castillo Mayor, 2.020 m.


Ascensión al Castillo Mayor desde la pista de Sensa (por Puértolas). 

La silueta de esta magnífica montaña por la carretera de Francia llegando a Escalona es tan curiosa y bonita que invita a subir por su ladera como pensando "desde ahí arriba debe haber una pasada de vistas".


No es para menos, la expresión se cumple a la perfección y además esta montaña no nos va a exigir ningún esfuerzo extraordinario, siempre que nos lo tomemos con calma y subamos a la cima en primavera u otoño.
Debemos tener en cuenta que no hay agua en todo el camino, y que en días de calor su soleada cara sur nos puede dejar ¡¡¡como huevos fritos!!!.

ACCESO: De Monzón (Huesca) a Aínsa, seguimos recto hasta Escalona (km. 80 aprox.) y en la rotonda desviamos hacia el valle de Añisclo. Nada más tomar ésta carretera, a la derecha parte la de Escuaín, la seguimos (atención, es muy estrecha) hasta Puértolas, pasado este núcleo existe un desvío a Bestué que lo tomamos, y poco más adelante parte la llamada "pista de Sensa", subimos por ella (apta para turismos con un poco de cuidado) y en unos cientos de metros veremos un depósito de captación de agua, aparcamos allí mismo (existe ensanche del camino). Estamos a unos 1.260 m.

Otra opción es tomar la senda justo al lado del desvío de Bestué, pero siempre he preferido salir desde aquí.  9,20 h. - A la derecha de la imagen siguiente treparemos el murete de piedra y enseguida vemos junto a una barranquera por la que cae agua una senda algo emboscada, llegamos a una especie de fuente - abrevadero, viramos a la derecha y enseguida  ¡¡para arriba, fuerte fuerte!!









Salimos de entre los bojes y quejigos viendo una pared de caliza delante, cuando lleguemos a su base tendremos que virar a la izquierda...





No es que el tiempo pinte muy bien, las nubes crecen a toda prisa como suele ser muy habitual en esta zona. Magnífica silueta de la Peña Montañesa echando la vista atrás.




Delante, Los Sestrales cubiertos de nieve.




Pasamos por una especie de fajeta, bien arreglada. 




Continuamos ascendiendo a media ladera hacia ese corro de hayas perdidas en un mar de arbustos de boj y erizón. 




Entre este pequeño bosquecillo existe un prado idílico, a resguardo del viento y del frío. (en Junio es precioso, lleno de flores)




Seguimos subiendo, me sorprende que mi compañera Irene aún no había estado nunca aquí ya que a lo largo de su vida se ha pateado medio Pirineo. 




Bueno, a mitad de subida llega la sorpresa ya que se alcanza una especie de valle colgado. Se encuentra completamente nevado, bien chulo aunque quizá lo es todavía mas cuando en primavera avanzada es un enorme prado de flores con numerosos sarrios pastando la fresca hierba. Hoy no hemos visto ni una, deben estar más abajo. 





Se puede ascender a la cima directamente, sin embargo lo mas bonito y fácil es tirar todo a la derecha donde alcanzaremos sin grandes esfuerzos el acantilado situado más al este. Pero la presencia de nieve ha complicado ese paseo y no nos dejaba andar cómodos....





obligándonos a trepar por la parte más agreste, el lapiaz repleto de agujeracos. 




En la parte final, se nos echó la niebla haciendo que el ambiente fuese el de una montaña mucho más alta. 




Además de impedir que pudiéramos disfrutar de las impresionantes vistas de esta parte. 




11,45 h. - Todo esfuerzo tiene su premio: Castillo Mayor, 2.020 m.





Casi milagrosamente, la niebla se aparta un poco así que decidimos esperar un poco más antes de bajar....





¡¡¡Para poder contemplar esto!!!







La cara norte del Castillo Mayor hacia el valle de Escuaín es impresionante, una asombrosa panorámica que aún sería mejor si viésemos el macizo del Monte Perdido. Bueno, no es para quejarse pues aquí casi siempre se echa la nube. 




No pudimos comer en la cima ya que la cosa empeoraba... una nube enorme nos dejó un buen chaparrón de nieve. 





Así que paramos más abajo cerca del prado, estuvimos bastante tiempo charlando de manera que al final nos entó frío y decidimos descender hasta el coche, al que llegamos a eso de las tres de la tarde. Lo normal es bajar en mucho menos tiempo. 




Las nubes juegan con las montañas toda la tarde. Un lujo de panorámicas que no me quise perder cuando regresábamos en coche.  










El río Cinca es precioso con este caudal, bueno habría que haberlo visto hace unas semanas cuando bajó una enorme riada.

Espero os haya gustado esta sencilla y magnífica actividad alpinísitica.
Yo ya la he repetido tres o cuatro veces.


Enlace al track de GPS:  Clic aquí


Distancia recorrida: 6,52 km.  Desnivel acumulado: 760 m. 
Dificultad técnica:   Moderado en senderismo, fácil en alpinismo.
Tiempo:  5 horas 51 minutos



domingo, 5 de junio de 2011

Castillo Mayor, 2.020 m. Valle de Escuaín.

Domingo, 5 de Junio de 2011

La conquista del Castillo de Escuaín. 

Un fin de semana pasado por agua dió al traste con la proyectada ascensión conjunta de Club Montisonense y Club Litera a los Ibones de Anayet que tan ilusionado yo organizaba.

Triste noticia que decidimos compensar Manu Silva, Luis Gonzalo y servidor ascendiendo a una montaña muy destacada cuando nos dirigimos a Bielsa, siendo muy visible al frente en cuanto pasamos la población de Labuerda.

Su mediana altitud y su fácil acceso la hacen merecedora de mayor protagonismo, sin embargo son muchos y muchas quienes desconocen que tan cerca tenemos tanta grandiosidad y belleza.

Partimos de la Pista de Sensa, que se encuentra en la carretera que lleva desde Escalona al Valle de Escuaín, pasamos la localidad de Puértolas y tomamos desvío a Bestué, al poco del desvio pasamos junto a unos robles gigantes y a la derecha veremos señalizada la citada pista.

Junto a un depósito de agua dejamos el coche y ascendemos entre frondosa vegetación por una senda al principio muy marcada, pero a 50 m. y pasada una fuente hay que estar muy atentos porque cruza un verdadero tunel de boj.






Salimos a una zona más abierta, ascendiendo en lazadas sin descanso.







Los Sestrales estan preciosos, como vemos en la imagen entre algo de niebla.




Manu se abre paso entre la mojadísima vegetación dadas las lluvias de ayer.




El erizón está a punto de florecer, todo está precioso y fresquito, también hay numerosos rosales silvestres.





Subiendo pasamos una zona rocosa, luego bajo un tupido bosquecillo lleno de musgo, y salimos a este magnífico prado. Qué bellísimo está todo, ¡¡¡¡cuanto verdor tenemos en nuestros montes!!!!





Vista atrás, con la Peña Montañesa de fondo.




De repente, pasamos un collado y.... Ohhhhh!!! un vallecito colgado, magnífica imagen.
No dejamos de hacer fotos a los prados verdes entre las nubes.






Viramos al Este buscando ascender más suavemente, cuando de repente llegamos a un enorme abismo, un acantilado que cae brutalmente hacia el valle de Escuaín. Seguimos ahora al Norte cresteando entre rocas de karst o lapiaz, caliza erosionada con muchos agujeros. Tenemos que andar saltando de piedra como podemos.





La niebla que sube de los valles se abre y nos deja ver lo mejor: El Monte Perdido, las Tres Marías y el enorme Circo de Gurrundé, a la derecha bajo las mismas.




Ya vemos la punta del Castillo Mayor. Todo se engrandece con este mar de nubes en el valle.





Manu y Luis se apresuran, pero hago un esfuerzo para llegar primero, que estos siempre me ponen en apuros.






Y llegamos a la cima, rápidamente hacemos fotos antes que la niebla lo cubra todo. La cresta de toda esta montaña es bellísima y espectacular.




Al fin, en la cima los tres.





Un haya solitaria en medio del lapiaz. Estampa magnífica y de mucha plasticidad.




Mi Monte Perdido y yo. Inseparables, je je. Por algo fue mi primer Tresmil.




Para descender seguimos la cresta al Oeste y así nos permitimos un último lujo con esta perspectiva aun mejor si cabe, es indudable que esta ascensión nos ha salido redonda.





Manu y Luis no dan crédito a lo que acaban de ver. Por mi parte estuve aquí hace tres años, aunque el día ha sido hoy mejor.




Ojjjjjjjjjjjorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr!!!!! ke hay una altura de cuidao!!




Bajamos directos al prado entre rocas y pedreras, el descenso es rapidísimo.





Multitud de flores jalonan la senda y nos perfuman de fragancias del campo.








Y para finalizar, ¡Unos rápeles! que teníamos ganas de usar un poco la cuerda para practicar. Nos divertimos un poco, y a comer a Labuerda.





Menuda jornada tan montañera y divertida. Además, subir y bajar en solo cuatro horas, un chollo de día. Lo hemos pasado de fábula así que ya estamos pensando cual será la siguiente.



¡ Hasta pronto !