Fortaleza medieval de Muro de Roda, valle de La Fueva


"Las montañas más altas temen a los que andan despacio"

"Mas vale perder el tiempo con los amigos... que perder amigos con el tiempo...Por este dulce motivo, pierdo el tiempo contigo... porque NO quiero perderte con el tiempo, amigo"

Regresad vivos, regresad como amigos, llegad a la cumbre. Por ese orden (Roger Baxter-Jones).

martes, 30 de julio de 2013

Picos de Europa, intento al Anillo Extrem


Anillo Extremo de los Picos de Europa.
Pico Torre Jermoso, 2.113 m. 

Del 27 al 30 de Julio de 2013



Para quienes estamos acostumbrados a movernos por los Pirineos, se nos hace difícil entender que en la Cordillera Cantábrica, a más de 600 km. de distancia, hay unas montañas todavía más altas.
No se trata de su altitud total, claro. Es simplemente una cuestión de desnivel, de verticalidad.
Los picos de Europa se alzan desde la costa hasta el mismísimo cielo en un prodigioso alarde de superioridad e inaccesibilidad, y la mayor parte del año de aislamiento y soledad.
La mayoría de sus cimas presentan escarpadísimas laderas, muchas de ellas tan difíciles de escalar que entran por la puerta grande en el paquete de montañas míticas.
Con méritos propios se han ganado fama en toda Europa, y su nombre va de boca en boca atrayendo hasta aquí a miles de turistas, montañeros y escaladores.

Pues bien, no hace mucho (unos dos años) que una nueva travesía o ruta de Alta Montaña ha nacido en estas montañas, se trata de un recorrido de montañismo con tres modalidades: Vindio (el más sencillo), Extrem (Macizos Occidental y Central) y Tres Macizos (toda la sierra).

Nosotros decidimos empezar por la puerta grande, intentando el Anillo Extrem, quizá pensando que nuestra experiencia montañera sería suficiente.
Las rutas de alta montaña son siempre difíciles, y están expuestas a variadas circunstancias que pueden aliviar o agravar su dificultad, como el clima, el terreno, la forma física, etc. de manera que resultan un reto muy interesante.

Hicimos un par de etapas quedando muy sorprendidos de la increíble belleza del lugar y también, lamentablemente, de la dureza y dificultad de la ruta que nos mandó para casa antes de tiempo.
Nunca me gustó llamar fracaso a estas circunstancias: antes bien es una experiencia muy necesaria para en adelante, poder seguir disfrutando de la montaña, la naturaleza y las mejores compañías.

Estoy seguro que los Picos de Europa sabrán esperarnos y, como premio a nuestra tenacidad y buena disposición,  nos regalarán su grandiosidad y su inmaculada belleza para que nos la llevemos en el corazón.
Los Picus serán entonces nuestros, y nosotros les perteneceremos.

Acceso: Nuestra vía de entrada en la cordillera fué desde el Sur, pasando Burgos, Carrión de los Condes, Guardo, Riaño, Oseja de Sajambre y Soto de Sajambre. En total mas de 650 k. desde Monzón.


Hace tres años estuve en la parte norte por la ruta del Naranjo de Bulnes, a la izquierda de la foto, consiguiendo ascender en compañía de Ricardo Arnaiz al Torre Cerredo que es el pico más alto de la cordillera ó Sistema Cantábrico. 





Sábado día 27 de julio.
Partimos muy animados con el coche cargado de mochilas Carmen, Manuel y Santi. 



Pasado Carrión de los Condes ya vemos a lo lejos la cordillera. 




Primera sorpresa: Al llegar a Riaño descubrimos la increible belleza de estas montañas. Y del pueblo qué decir, pues acogedor y muy bien situado.





Una paradita a comer y continuamos: 
Éste pueblo es Oseja de Sajambre, precioso y absolutamente desconocido para nosotros. 




A las cuatro de la tarde llegamos a Soto de Sajambre, igual de bonito y de sorprendente pero sin tiempo para disfrutarlo. 




Una familia al completo nos acompaña hacia el refugio de Vegabaño, donde pasaremos nuestra primera noche. En menos de una hora andando por un bellísimo hayedo llegaremos a nuestro hotelito. 









Este refugio, aunque de modestas dimensiones, tiene de todo. Nos reciben como si fueramos de la familia. 




 A su alrededor todo llama la atención, incluso el verdor de los líquenes colgando de las ramas. 



Charlamos un rato con el guarda de Vegabaño, Julián nos contó sus vivencias y también el contacto tan próximo con osos y lobos que a lo largo de los años ha tenido en esta zona. No tenía idea que habíamos entrado de lleno en una zona con una alta población de estos animales tan magníficos como sus bosques. Me sentí muy bien de estar aquí aunque no los vea ni de casualidad, pues huyen de la gente.



Domingo, 28 de Julio. 

Amanece sobre las montañas occidentales, la Torre Santa de Castilla (2.596 m.) es gigantesca. 




Al sur del refugio parte la senda entrando en un hayedo más bonito que el de Sansanet, es un lugar que enamora. Los primeros en levantarnos, a las 6,30 h. hemos sido los de Huesca, claro. 




La ruta es bastante sencilla y pronto estamos bajando hacia el valle del río Cares.Aunque estamos en la cara sur de las montañas, el río parte el macizo y se dirige hacia el Norte. 







La entrada a Soto de Valdeón nos sorprende por la cantidad de casas fabulosas y de numerosos elementos antiguos como los hórreos. 




Andando por fácil camino llegamos a Posada de Valdeón, en cuya plaza paramos a comer un poco. Luego continuamos pero no por carretera, (más directo) sino por camino en la margen izquierda del Cares. 





No sólo damos un largo rodeo sino que ahora toca bajar a cruzar por un puente el cauce, subiendo al pueblo de Cordiñales donde empieza de verdad nuestra ascensión de hoy. 






El sendero está perfectamente señalizado, además no tiene pérdida posible ya que se encarama por las paredes de las primeras estribaciones del Macizo del Fiero. La senda está tallada en la montaña y gana altitud con rapidez. Tenemos por delante un desnivel de más de 1.200 m. en sólo 4 km, es decir una pendiente media del... ¿30 %? no sé si he calculado bien, pero esto asusta. 








Cada detalle del camino es más bonito y acogedor, es para quedarse haciendo turismo por aquí. 




Bueno, en adelante más que acogedor es acojonante, sí sí. 




Ese collado parece nuestro destino, el refugio del Collado Jermoso. 




¿estaremos llegando ya? 




Subimos y subimos, pero no se ve rastro del refugio. 




Prodigiosas montañas nos rodean. 




La Torre del Fiero cada vez más grande.




Desde el collado queremos volar, pero no será el aire quien nos ayude a subir. 





Atrás queda lo que creíamos que era ya el fin de la dura jornada. Consulto el GPS y quedan casi 500 m. de desnivel. No damos crédito a que falte tanto. 
En Vegabaño ya nos advirtió el guarda que hay que llevar paso tranquilo, de pastor, pues sino lo pagaremos en adelante. 




Esta canal es una buena alternativa para subir directo desde el prado Vega de Asotín"  a Collado Jermoso en el caso que prefiriésemos obviar esas advertencias. 




Aparece el primer nevero, y menos mal que estaba algo blando. 




Atrás, muy atrás queda el falso collado Jermoso, como mucho quedará en bonico. Comentamos que esta subida en diagonal es ya "un falso llano" comparado con lo que nos precedió.  




Lo que sí ha sido una suerte es que estuviera todo el día a 15 - 16 grados de temperatura, y bien nublado. Sino creo que hubiésemos pinchado como globitos en un campo de erizones. 
Manu da la vuelta a la ladera...




Y a seguir dubiendo, ahora la cosa se empina muchísimo y coca trepar varias veces. 




Se nos echa la tormenta encima y no llegamos a tiempo de evitar que un fuerte chaparrón nos moje el pelo y algo más a 50 m. del refugio. ¡Qué apuros! 




Es fácil llegar agotados a este increible refugio;  el cansancio a veces deviene en mal humor, hay que templar los alborotados ánimos y no caer en trivialidades,  por suerte todo el mundo se ha leido este cartel a tiempo!!! Jejeje!!! 
Sonreíd,  ya que hemos llegado a un lugar realmente magnífico





Los guardas nos atienden generosos y sirven puntualmente la cena. 





Collado Jermoso (2.067 m.), el de verdad. 
Es maravilloso poder haber subido y contemplar las montañas desde esta altura. 





La ruta de mañana comienza por esa fajeta, cruzaremos esos colgados neveros a primera hora. Esperemos que no se nos complique mucho el paso. 





Después de la fuerte tormenta, habiendo cenado bien, todo el mundo sube a ver el atardecer a la montaña más próxima. 
Pico Torre Jermoso, 2.113 m.
Aquí hay algo de cobertura de móvil y todos llaman a casa. 




Lunes, 29 de Julio de 2013

7:00 h. - Otra vez nos levantamos los primeros, hacemos la mochila, desayunamos y partimos hacia nuestro siguiente objetivo. 




Las cabras ¿sarrios? están en todas partes. 




Cruzamos cuatro neveros sin dificultad, ahora va el quinto, descendemos y ascendemos varias veces...




Hasta las Colladinas, una loma herbosa que da acceso a la Hoya de los Llagos, vertiene de Fuente Dé. 
Un enorme e inesperado nevero nos recibe, es bastante inclinado (40º en su parte media) pero no será el único. 




Este segundo nevero (de unos 3 m. de espesor, según la rimaya) es más fácil pero nos asegura que no será tampoco el último.  




A lo lejos está el collado (2.288 m.) detrás deel cual creemos que estará la Cabaña Verónica, uno de los refugios por los que hemos de pasar. Aunque parece ya fácil esconde muchas trampas en su recorrido. 





A medida que ganamos terreno comprobamos que el fondo del valle es un terreno muy complejo, lleno de "Jous" u hoyos, agujeros que habrá que rodear si elegimos el fondo del vale. 




Nosotros tomamos la directa al collado primero fuera de la nieve, pero sucesivas cortadas nos obligan a meternos de nuevo en el duro nevero y sortear cada Jou como podemos. 
Llegados al collado vemos que hay otro más, será el de Tiro Casares (2.353 m.) que creíamos que ya habíamos pasado. 





La mirada atrás y nos asombramos de lo que ya hemos hecho. 
¡Está siendo una ruta de alpinismo puro y duro!




Collado de Tiro Casares. Otro mar de montañas, de Jous", de neveros y de roca kárstica, es decir caliza llena de agujeros por todas partes y de puntas de roca áspera, cortante y afiladísima. 
¡Muchísima precaución!






En el primer nevero que descendemos, la nieve está en condiciones regulares, poco dura e inestable. 
Esto obliga a una atención máxima ya que nunca sabes si se hundirá el pie en la nieve o si habrá un pedazo de hielo. 
El primer susto serio nos lo llevamos en la misma ladera y milagrosamente no ocurre una desgracia. 

No esperábamos este difícil terreno (al menos yo) y mucho menos que se alargase tanto este tramo. 

No podremos llegar al refugio de Jou de los Cabrones, de manera que habría que replantearse toda la ruta. 
Nos vemos obligados a realizar con extremo cuidado el trayecto hasta Cabaña Verónica, trepando y destrepando incesantemente. Hay varios pasos de IIº inevitables, y en general un recorrido perdedor. 
De no llevar el GPS ... quizá no hubiéramos encontrado el refugio. 




Ahí está la cabaña, de chapa plateada, casi en el centro de la imagen. Delante de ella, un enorme Jou que tendermos que sortear. 





Asoma el Naranjo de Bulnes, a cuyos pies está el refugio de Uriellu. 




En cabaña Verónica (refugio de 7 plazas) nos reponemos del esfuerzo, descansamos un rato y decidimos regresar a casa. El descenso a Uriellu nos dice el guarda que ¡¡está peor que lo que ya hemos hecho!! así que tenemos que bajar por el camino a Fuente Dé (tantas veces oí hablar de ese lugar, y ahora iremos sin haberlo querido). 




El regreso es tan triste que algunas lágrimas caen en la nieve. 
Nos animamos unos a otros y bajamos por los neveros hacia el sendero y luego la pista que nos devolverá la sonrisa en cuanto sepamos aceptar que la montaña es así, y que deberemos ver el lado bueno de las cosas. 




El Collado de Tiro Casares, lugar donde la montaña nos dijo "regresad a casa, hasta que pueda volveros a recibir en la mía". 




Cuevas gigantescas parecen el refugio del Oso. 





Llegada al teleférico de Fuente Dé, bajaremos en cinco minutos los 700 m. de desnivel hasta el fondo del valle. 





En un todo terreno nos llevaron hasta Soto de Sajambre. 
Hicimos noche en este pueblo, nos duchamos, nos cambiamos la ropa de montaña por la de turistas, y paseamos por las calles para disfrutar un poco de estas calles tan recogidas y románticas. 














Éste fué nuestro hostal. 
















Sin duda ha sido una experiencia enriquededora, aunque no hemos logrado nuestro objetivo. 
¡¡Tendremos que venir con más refuerzos!!

Agradezco a l@s guardas de los refugios de Vegabaño, Collado Jermoso y Cabaña Verónica su atención, y les mando un afectuoso saludo. 
Esperamos volver a veros y que, esa sí, sea una exitosa actividad. 

Hasta la próxima. 


Enlace al track de GPS: (pendiente)