Fortaleza medieval de Muro de Roda, valle de La Fueva


"Las montañas más altas temen a los que andan despacio"

"Mas vale perder el tiempo con los amigos... que perder amigos con el tiempo...Por este dulce motivo, pierdo el tiempo contigo... porque NO quiero perderte con el tiempo, amigo"

Regresad vivos, regresad como amigos, llegad a la cumbre. Por ese orden (Roger Baxter-Jones).

martes, 9 de noviembre de 2010

Pico del Teide (3.718 m)

PICO ESPAÑA 2010.


La montaña más alta de España


El camino fue largo, pero la compañía y el apoyo de todo el Club de Montaña de Monzón han hecho realidad lo que para mí era un sueño:


Subir al Teide y completar el progama previsto.


Por eso os digo a Todos y a Todas


MUCHAS GRACIAS


LO HEMOS CONSEGUIDO


Ahora queda subir al Aneto, como guinda del pastel, pico que muchos ya hemos pisado y que por tanto quiero hacerlo como una celebración.


Tenerife fue toda una sorpresa, no había estado nunca en las Canarias y me llevé una gratísima sorpresa. Sus playas de arena negra nos recibieron cálidas, como si no fuera Noviembre, que además están rodeadas de grandiosas vistas. ¡¡El Teide se ve desde la misma playa!!





La primera jornada visitamos Icod de los Vinos y la costa norte hasta la Punta de Teno. Maravilloso, acantilados impresionantes, montañas volcánicas repletas de plantas exóticas, mar azul y mucho turismo junto al faro.






Comimos muy bien en el pueblo de Garachico, luego cogimos la carretera que lleva a Santiago del Teide y a Los Gigantes. Solo hay que ver este volcan increible para hacerse a la idea de lo tremendamente bello que es el paisaje.



Una carretera serpenteante nos lleva primero a un collado donde vemos el Teide en plenitud de contrastes, después seguimos hasta estos acantilados que hacen honor a su nombre: Los Gigantes. Sólo estando allí se hace uno a la idea de lo que hay en Tenerife.



Un atardecer bellísimo y sin tiempo para más nos dirigimos a Puerto de la Cruz.
Descanso nocturno y preparación de mochilas.



Aún sin amanecer partimos desde la Playa del Socorro hacia los Realejos.
Al prinicpio el camino es por urbanizaciones, se gana altura muy rápidamente y luego la senda se encuentra fácil.







Primeras luces y el Teide a la vista. Hemos pasado el Mirador de La Corona y el Asomadero, puntos de referencia. Llevamos el 30% del recorrido sin problemas.


Ricardo, Loren y Manu tiran fuerte y nos van dejando flechas en el suelo hechas con ramas, una forma muy divertida de seguir el camino.






El bosque de pinar que el fuego arrasó en 2007 se ha recuperado gracias al pino canario tan resistente. Un prodigio natural que pudimos ver con nuestros ojos.


Muchos forestales se afanaban a cuidar el entorno, además de conversar amablemente con nosotros.







Segundo punto clave: La Degollada del Cedro.


Aquí el sendero desciende al Llano de Las Brujas, o sea al cráter gigantesco del antiguo pico del Teide, el pasiaje cambia de bosque a arena y roca, la aridez no resta belleza sino todo lo contrario. Quizá nunca un paisaje me haya extasiado tanto como éste.


Estábamos siendo conscientes de la grandeza de esta ruta, del acierto de nuestra decisión.


La idea de Lolo y Ale de subir desde la playa me estaba dejando completamente emocionado y en vez de faltarme el aliento por el esfuerzo, mis piernas parecían querer más y más, andar sin descanso adonde los ojos alcanzaban.

El Teide estaba allí esperándonos.





Descansamos y comimos para que el desgaste no nos extenuara, nuestro estado físico mejoró con el calor del día y empezamos a atravesar un territorio de menor inclinación rodeados de matorrales de retama que parecen arbolitos.





Estamos llegando a la Montaña Blanca, detrás queda el Llano de las Brujas y nos damos cuenta que casi lo hemos conseguido. Debemos parar de nuevo a comer y recogemos unas botellas de agua que dejó escondidas José Murciano para no tener que acarrear tanto peso.





Ahora estamos en el camino que sube desde el aparcamiento, pese a ello no encontramos apenas gente. Hemos superado el tramo más largo y cálido, ahora nos dirigimos al refugio encarando la última "pala" entre los "Huevos del Teide", curiosas rocas de lava cristalizada que han rodado ladera abajo hace siglos.








Llegamos al refugio donde nos alojamos. Aquí no hace frío como en el Mulhacén, cenamos y pronto al saco porque hay que madrugar mucho.


Ricardo, Loren, Manu, Fernando, Mario y José han hecho ya cima al atardecer.


Mañana nos espera el final soñado.





Noche estrellada. Andamos con frontales. Marta y Santi han recuperado fuerzas y suben sin problemas. Ricardo encabeza y subimos con todo el personal que estaba en el refugio.


Parece amanecer cuando aún no hemos llegado, el cielo toma colores y corremos a la cima.
Amanecer rojizo y tocamos al fin cima.





¡El Teide! ¡El Teide! ¡El Teide!!




Bellísimo día en el pico más alto de España, el terder volcán más alto del mundo desde su base.
La sombra se proyecta sobre la isla de La Palma










Una hora en el pico disfrutando del espectáculo natural más bonito de mi vida, fotos y más fotos, frío y regreso por la parte de atrás.


Bajamos por sendero muy marcado y empedrado hacia el teleférico, de allí nos vamos al Pico Viejo, cráter gigante y de aspecto magnífico.






No puede pedirse más a un día






Marta y Santi por fin han podido vengar aquel día en el Mulhacén, en que no pudieron lograr la cima.
Esta vez lo logramos y estamos muy contentos por ello.





El cráter es grande, unos 800 m. de diámetro.





Escribimos en el libro de la cima.





Foto de grupo, faltan Ricardo, Loren y Manu que dieron la vuelta al cráter.







Bajando al Parador Nacional del Teide





Lagarto Tizón, de Canarias.


Y la clásica estampa del Teide





Conseguido el objetivo, al día siguiente nos fuimos por La Orotava y disfrutamos de sus plantas, balcones, calles y gastronomía.








El tiempo empeora cuando ya tenemos el Teide en el bolsillo.
Me despido de las playas.





Y nos despedimos de las Canarias.


Volveré a verte, Teide. Volveré.


Me enamoré de tus encantos.


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