Esta semana el Club Litera tiene programada la actividad de los Picos del Infierno.
En el verano del 2007 tuve la oportunidad de ascender a estos bellísimos picos,
fue un día genial que preparé con todo detalle; nada que ver ni en recorrido ni en cuanto al paisaje es comparar primeros de Junio con finales de Julio, no obstante para dar ánimos
el nombre de estos picos engaña un poco, puesto que vamos a descubrir uno de los rincones más bellos del Pirineo.
Decidí ascender un fin de semana puesto que no contaba con compañía, así que mejor hacer noche en el Refugio Casa de Piedra, junto al Balneario de Panticosa. Allí siempre habría alguien que subiese al estas cimas u a otras, mejor no subir solo, aunque esperaba encontrarme muchísima más gente por el buen tiempo y ser fin de semana de Julio.
En la Casa de Piedra solo 5 personas pasaban la noche, además de los guardas.
Supongo que las obras del Balneario han espantado a los montañeros, puesto que a la entrada estaba el parking cerrado y sólo dejaban pasar...uffff, a quienes tuvieran reserva en hoteles o en el Refugio.
A día de hoy, con las empresas gestoras en "quiebra teórica", no hay limitación para la entrada.
En el refugio fue fácil encontrar amistad:
eramos pocos así que no había nadie mas con quien hablar.
Un grupo saldrían hacia otros picos, pero un vasco llamado Javier se apuntó conmigo, así que nos levantamos a las 6, desayunamos y a las 7 estábamos andando.
La primera dificultad, encotrar el camino entre tantas obras...
Partimos hacia el Oeste, entre el bosque, por una clarísima senda que describe lazadas, se suda un poco hasta llegar a un prado amplio. Es la Mallata Baja.
La senda sigue de frente, es el punto donde más gente se confunde. Hay que tomar un sendero en medio del prado que vira al Norte, a la derecha, parece que se va del camino, dirigiéndose a un bosquecillo. Os dejo el "dibujo" para que no haya error.
Pasado el bosquecillo, de nuevo el sendero toma un brusco giro a la izquierda, la senda cruza de nuevo un prado y va ascendiendo, cada vez se suda más, y el amanecer nos impone viendo tantos murallones de roca.
Llegamos a un "rellano" llamado "Mallata Alta", en el cual tenemos dos caminos a seguir:
por una canal en el centro, o bien por la ladera herbosa de la derecha, que sigue por la roca a una repisa superior a nuestra derecha.
En invernal puede ser interesante dar un gran rodeo a la izquierda, si la nieve en la canal está en mal estado.
Nosotros tomamos la vía más directa, la canal central que aquí se ve muy bien. En lo alto de la misma, los mojones nos dirigen a la izquierda para ascender al Garmo Negro, pero nosotros dejamos esta ruta para seguir al Norte hacia el collado de Pondiellos, enfrente de la canal, por lo que iremos bordeando unas murallas rocosas de nuestra derecha (Linea continua)
Este es el collado de Pondiellos, incluso en estas fechas estaba la nieve helada. Aconsejable llevar crampones pues es fácil complicarse la vida, la pendiente es fuerte y un resbalón nos daría un disgusto si vamos a parar a los pedruscos.
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Collado: las vistas a los Picos del Infierno son demoledoras. El guarda del refugio me indicó claramente la ruta a seguir, pues llevaba una foto como esta hecha desde el Garmo Negro, el pico que está a mi espalda.
En invernal se sube mejor por la canal de nieve, según el guarda.
Los ibones mas bellos del Pirineo, ¿no? o casi. Sus aguas son cristalinas.
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Mi amigo Javier trepando hacia los Picos. Es una ascensión mucho mas sencilla de lo que imaginaba. Casi un sendero, cómoda subida y en 20 minutos en el primer tresmil del día, a nuestra derecha.
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Desde el Infierno Oriental (3.079 m.) se divisa una panorámica muy espectacular, con la arista de los Infiernos delante y su áspera marmolera.
el Infierno Central, 3.083 m. Delante nuestro vemos lo que nos queda...
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El fondo es "de fotografía", con el Garmo Negro y los ibones.
Infierno Occidental, 3.075 m.
descubrimos el ibón de Tebarray negro y con forma de volcán.
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De nuevo el Garmo Negro. Volvemos por donde hemos subido.
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De nuevo el Garmo Negro. Volvemos por donde hemos subido.