Fortaleza medieval de Muro de Roda, valle de La Fueva


"Las montañas más altas temen a los que andan despacio"

"Mas vale perder el tiempo con los amigos... que perder amigos con el tiempo...Por este dulce motivo, pierdo el tiempo contigo... porque NO quiero perderte con el tiempo, amigo"

Regresad vivos, regresad como amigos, llegad a la cumbre. Por ese orden (Roger Baxter-Jones).

domingo, 11 de noviembre de 2012

Llanos de La Estiva y Pico Comodoto, 2.370 m. Club Montisonense

Domingo, 11 de Noviembre de 2012.

Senderismo por el Valle de Pineta: 
De Espierba a La Estiva, el valle escondido. 


Cuando hace unas semanas tenía que proponer las actividades trimestrales de senderismo al Club Montisonense, me rascaba la cabeza pensando dónde podría yo llevar a la gente para pasar un buen día. El otoño suele ser período de mal tiempo en el Pirineo, y en los valles el momento más bonito es la primavera. ¿Qué hacer, pues?
Dudas que quise resolver de un modo burdo: vamos a ir a un sitio fácil, que no haya que patear mucho y que no tenga complicaciones;  un recorrido donde hubiera un buen trecho de camino, y así resuelto el problema.
Pero claro, no me conformaba con andar una mañana por caminos sin más. Pensé en las laderas de Pineta orientadas al sur, de modo que no tuviéramos que pasar demasiado frío. De paso, quizá viéramos la nieve en la cara norte del Monte Perdido y con eso sería suficiente, si luego la ruta es corta pues a casa bien pronto. Una vez hallé unos recorridos de GPS en internet, el que más me gustaba era el más largo... bueno, da igual, iremos a Espierba, la cuestión es andar. ¡Decidido! Y así llegó el día señalado.

Parece que ha nevado en la alta montaña, los pronósticos para hoy eran una mañana fría en la que aún podrían caer algunos copos, para pasar al mediodía a un ambiente desapacible y ventoso.

La gente ha respondido muy bien a la llamada y a eso de las siete de la mañana nos presentábamos en La Azucarera una docena de montañeros y montañeras. De camino, la silueta del Pico Cotiella y de la Peña Montañesa bien blancas nos ponían los pelos de punta pensando cómo estarían los pueblos más próximos al cordal pirenaico, si bien el colorido otoñal de los valles distraía estos pensamientos y nos hacía sonreir al ver esos abedules tan amarillentos entre los verdes pinares.

Decididos a probar fortuna, dejamos de lado un posible "Plan B" porque tenemos ganas de ver la nieve y pasear por esos altos valles donde todo toma una dimensión tan bella y emotiva como salvaje y dura. ¿qué sería de hoy? Pues si nieva, que nieve, la dejaremos caer. 

Tomamos el café en Bielsa y enseguida nos dirigimos a la localidad de Espierba, bello núcleo de casitas que salpican las laderas soleadas de Pineta. Nunca antes había estado en este pueblo, la excursión era sólo una promesa carente de la certeza de quien ha estado ya antes por el lugar. Algunos me preguntaban cómo es la ruta, pues bien: ni idea. Sólo he visto fotos, y algún comentario de cuando Manuel hizo el GR-11  como que es muy muy bonito. Hubo quien me dijo "no sabía que aquí había alguna ruta de senderismo". ¡Ja! pues creo que es una de aventuretas, ya veréis.

El punto de partida se encuentra a sólo unos cientos de metros en dirección noroeste, justo donde una barrera nos exige dejar ya los coches y colgarnos la mochila. A partir de aquí, tocaba calentar los músculos a base de andar por pista hacia el collado de Espierba, donde ya hizo acto de presencia la nieve. 



Enseguida nos dimos cuenta que esta jornada iba a ser muy especial, pues ni el blanco elemento dificultaba el andar, ni soplaba viento en la cresta. Todo un buen augurio que se confirmó cuando el sol comenzaba a calentar y hacía resplandecer las puntas de los pinos donde esos copos se habían acumulado graciosamente.




Seguimos ahora por la divisoria entre Pineta y el valle del Río Real ó de Chisagües, y el panorama comenzaba a ser fabuloso: Aparecía el altivo y piramidal pico Robiñera, de más de 3000 m. de altitud, blanco como una novia y dominante sobre el valle, pero a medida que ganábamos altura aún nos sentimos más sorprendidos con el inmenso macizo del Monte Perdido, las Tres Marías, y en fin, toda una multitud de picos nevados allí donde mirásemos. La estampa semi invernal era el mejor regalo que podíamos esperar, después de tantas dudas. 












Con estos paisajes, andar es mucho más fácil pues cuanto más subes más disfrutas.  








El sendero es fácil y a pesar de la nieve se adivinaba la traza, buena ayuda cuando se desconoce el lugar. Todo el mundo disfrutaba, y eso se nota porque en ocasiones me quedaba el último. 





Hemos ganado bastante altitud hasta allí donde la vegetación era ya sólo la hierba de los agostados pastos,  cubierta del blanco manto nivoso. Es precioso, precioso. 




La montaña marrón que vemos delante es el Pico Comodoto. Queremos subir a él, ya que pasaremos justo por su izquierda, por un pequeño collado. 




La proximidad de ésta cima hizo que la mayor parte del grupo nos decidiéramos a subirlo y así tener aún mejor perspectiva. La cresta final es larga y casi horizontal, una buena práctica casi alpinística. 




12,00 h.- Pico Comodoto, 2.370 m. 
¡¡ Que gozada!!




Desde el alto vimos ya los llanos de La Estiva entre barreras rocosas, a modo de ancho canal. 






En media hora estamos de nuevo en el collado con el resto del grupo, y nos hacemos la foto con los llanos de La Estiva de fondo. Son bonitos, pero hasta que no se llega abajo no se desvela su verdadera dimensión y encanto. 





Disfrutamos de la nieve, de las carreras de alguna manada de sarrios, del vuelo del quebrantahuesos sobre nuestras cabezas y de la inmejorable compañía, eso sí que no falta nunca. 







El camino de regreso está al final de ésta maravillosa canal, desde la que podemos ver el Balcón de Pineta y todos los picos del fondo del circo como si fueran los mismísimos Alpes.  El frío nunca nos hizo sufrir, y el Sol de vez en cuando nos animaba el rato mientras descendimos la larga pista que completaba la circular. 










La pista de regreso da un par de grandes lazadas, para adentrarse en el bosque concluyendo el recorrido con un ambiente muy senderista aunque a estas horas las piernas ya nos pesaban lo suyo.  




Completamente satisfechos de esta andada, llegamos a los coches a muy buena hora. 
Quién lo iba a decir, ha salido un día redondo. 



Ojalá se repitan más como ésta, al menos hoy nos lo hemos ganado. 



Distancia recorrida: 17,86 km   Desnivel acumulado total: 998 m 
Altitud max: 2.370 m.   Altitud min: 1.439 m.
Dificultad técnica:   Moderado
Tiempo:  5 horas 28 minutos



© Santialpino. Todos los derechos reservados.


2 comentarios:

  1. Bellisima excursión, difícil repetir otro día igual, menuda suerte tanto con el buen tiempo, como con la gama de colores que pudisteis disfrutar. Felicidades!!!!!

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  2. Que bonita excursión y que contrastes.
    Herminia

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