Forau de Aigualluts, por el Hospital de Benasque

Sábado, 17 de Agosto de 2013

Forau de Aigualluts: Una ruta para todos los públicos.

Este finde, aprovechando la visita de mi hermana Pilar y sus dos hijos Martina y Luca, afincados en Vercelli (Italia), hemos realizado una excursión tan fácil como bonita, de hecho es uno de los rincones del Pirineo más visitados. 

Nos desplazamos a la localidad de Benasque, pasando por el Congosto de Ventamillo, donde hacemos una parada hunto al cauce. Hace unas semanas la riada legó a subirse hasta la misma carretera. 

En el carísimo autobús nos vamos hasta La Besurta, donde iniciamos nuestro recorrido. 

Primero seguimos el sendero que nos encamina hacia el conocido refugio de La Renclusa, pero a pocos minutos un cartel nos indica el desvío adonde se dirigen gran cantidad de turistas. 

Luca disfruta del sol y del paisaje.

A paso tranquilo en poco mas de una hora llegamos a las inmediaciones de un grandioso agujero...

Es el Forau, un socavón brutal por donde las aguas del deshielo del Glaciar del Aneto se cuelan en la tierra para salir muchos kiómetros al norte, en el río Garona (Valle de Arán - siguiendo el agua hacia Francia)

Hemos tenido suerte, las nubes nos dejan ver un poco el Aneto (3.404 m.)

Más arriba del forau una hermosa cascada es objeto de miles de fotografías cada semana. 

Y un ratito más para llegar al Plan de Aigualluts, el idílico prado que surca el río que baja de Barrancs. 

Como casi todo el mundo, comemos un bocadillo en el prado y regresamos sobre nuestros pasos. 

No hace falta hacer mucho más para pasar una agradabilísima mañana. 

Después de comer, visitaremos las calles de Benasque, mucho más hermoso de lo que parece pasando por la carretera. 

Pues parece que ha sido una corta actividad, pero que vá!!! 

La tarde entera por Benás y a casa lo más tarde que pudimos. ¡Jejeje!

A nuestra llegada al dulce hogar caímos bién planos en la cama, parece mentira que un día de paseo canse tanto! 

Es que hemos disfrutado de una jornada familiar, hemos charlado, reido, jugado, comprado algún dulce y por supuesto, ¡hemos hecho mucha pero que mucha montaña!

Espero que os haya gustado. 

Por esta vez, ni me he molestado en coger el GPS. 

¿Para qué? 

Todo el mundo sabe dónde está el Forau de Aigualluts.

Hasta incluso los Italianos. ¡Por supuesto!