Por las Ermitas de Huesca

Sábado, 26 de Enero de 2013

Cuando correr se convierte en un placer: 

a mal tiempo, buena cara. 

Hay días que salen torcidos y eso es inevitable. 

En vez de quejarnos amargamente, podemos tomar un rumbo distinto e intentar aprovechar el día. 

Hoy teníamos programada la subida al Pico Gratal. Por segunda vez en pocos días, acabó en fiasco debido a las erróneas predicciones meteorológicas, al menos en lo que a primera hora de la jornada se refiere.  

Partimos Irene y yo desde Monzón a las 6,30 de la mañana, con el cielo completamente estrellado. Hacía frío, pero ni una nube. 

Circulando por la autovía, de noche aún, pudimos contemplar la luna llena que se acercaba al horizonte. "Pocas veces la veo en ese lado", -decía Irene- pues siempre la vemos al Este, y casi nunca al oeste. 

Ni cinco minutos habían pasado, cuando sobre el parabrisas se descolgaban unas gotas de lluvia. ¿pero no está el cielo estrellado? 

Pues tal es la fuerza del viento, que la lluvia llegaba desde muchos kilómetros de distancia, cada vez menor porque nosotros nos acercábamos al frente de lluvias mientras éste se nos echaba encima. 

A la altura de Huesca capital, diluviaba. Paramos en el área de servicio de las proximidades de Nueno, preguntando al "gasolinero" si sabía algo respecto a las previsiones. Nada, ni idea, pero con la que estaba cayendo daba igual. 

Le comenté a Irene que aunque parase de llover, por el frío que hace, pudiera estar nevando en Gratal de  modo que  "no se podrá subir hoy", le decía. Estará todo embarrado, los arbustos mojados, y quizá nieve en el pico. 

Nos fuimos a la Capital, y propuse ir a correr un rato. Parece que era lo mejor que se podía hacer, esperar a que parase  la lluvia mientras desayunamos, y si mejora la mañana salir a ejercitar las piernas un buen rato. 

Sobre las 10 h. ya lucía el sol en la Hoya de Huesca, conque desde la Plaza López Allué salimos hacia el Parque y de allí a la ermita - Santuario de Loreto. 

¡Nunca había estado allí! 

Era yo pues, invitado de honor:  Me iba a hacer una romería de las buenas, sin coche, sin torta ni vino, pero eso sí, en buena compañía. 
Entonces, ¿para qué quejarse?




10,40 h. - Salida de la Plaza Lopez Allué, bueno desde Casa de Irene.

Después de callejear un poco, entramos en el Parque Miguel Servet, el pulmón de Huesca.

(fotos de internet) 

Lo atravesamos, y a correr se ha dicho, por un camino que en media horita o menos nos plantará en el Santuario de Loreto, impresionante (fotos mías). 

A continuación, (yo ya pensaba en volver a casa....) hay que seguir al sur, hacia la Alberca de Loreto. 

Una reserva de aves y un lugar para recrear la vista sobre todo al atardecer ó amanecer. 

Al fondo, el Pico Gratal (fotos de internet) En realidad seguía algo cubierto y bien nevadito. 

Correr así se hace más fácil, se disfruta mucho con tan bellos paisajes. 

El Tozal de Guara también está nevado. 

Regresamos corriendo por un camino junto a la autovía, entramos en Huesca pero Irene me dice que qué tal si seguimos hasta el Santuario - ermita de Salas. ¿? No tengo ni idea de dónde está. 

Pues fácil, detrás del Palacio de Congresos. 

Cuando llegamos, me quedo estupefacto. ¡Que bonita iglesia!

(Estas fotos sí son mías de nuevo).

Las fotos las hice al día siguiente, ¿qué os creíais?  Si no puedo ni con el pelo, cómo iba a ir yo con mi cámara. 

Irene sigue corriendo hacia una chopera. Yo vuelvo a casa, en total me pegué 1 h. 35' de carrerita, que no está nada mal. Hacía años que no corría tanto rato. 

¡Ya verás mañana, qué agujetas!

Última foto, la Plaza de Navarra. 

Qué bonito es Huesca. 

Aunque lo he visitado "aprisa y corriendo". 

Plano del recorrido: 

Tiempo total: 1 h. 35'.

Distancia recorrida: 15,1 km.

Cuando me recupere, ¡volveré!