Un lugar mágico para recordar
Ayer estuve en Añisclo.
Un valle, cañón, barranco, congosto o como quiera que se le llame.
Forma parte del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, hecho que le distingue y da mayor protagonismo, aunque no le hace falta.
Cuando vienes a Añisclo y te adentras en este mundo mágico, es fácil pensar "me quedaría a vivir aquí". Estárás descubriendo que cualquier estación del año es protagonista singular, llenando de vida y de fabulosa belleza todos los rincones.
Cascadas, árboles gigantescos, plantitas diminutas en flor...
por si fuera poco, el otoño arranca del verdor de los árboles un colorido sin igual.
¿Que mas se le puede pedir a Añisclo?
Os dejo sin más explicaciones: el recorrido es subir y bajar por el sendero principal, sin que requiera nada especial: cada cual llega donde sus fuerzas y ganas le permiten. Luego, vuelves a bajar y ya está. ¡Casi nada!
Ayer estuve en Añisclo.
Un valle, cañón, barranco, congosto o como quiera que se le llame.
Forma parte del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, hecho que le distingue y da mayor protagonismo, aunque no le hace falta.
Cuando vienes a Añisclo y te adentras en este mundo mágico, es fácil pensar "me quedaría a vivir aquí". Estárás descubriendo que cualquier estación del año es protagonista singular, llenando de vida y de fabulosa belleza todos los rincones.
Cascadas, árboles gigantescos, plantitas diminutas en flor...
por si fuera poco, el otoño arranca del verdor de los árboles un colorido sin igual.
¿Que mas se le puede pedir a Añisclo?
Os dejo sin más explicaciones: el recorrido es subir y bajar por el sendero principal, sin que requiera nada especial: cada cual llega donde sus fuerzas y ganas le permiten. Luego, vuelves a bajar y ya está. ¡Casi nada!
Enlace al track de GPS: Clic Aquí
Distancia: 23,72 km. Desnivel acumunado: 800 m.
Altitud max. 1.505 m Altitud min. 888 m
Dificultad técnica: Moderado
Tiempo: 7 horas 42 minutos
© Santialpino. Todos los derechos reservados.
Una imagen vale más mil palabras, espectacular el cañón de Añisclo, saludos
ResponderEliminarComo dice Eduardo, no hay palabras para tanta belleza. Grandioso el cañon!!!
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