Sábado 9 y Domingo 10 de Julio de 2011
Tenemos ante nuestros ojos el mayor reto que podía ambicionar este verano. Mis planes de ascender varias crestas en el Pirineo pudieron al fin ver su luz, y después de varios fines de semana frustrados por diferentes causas, me lancé a un reto para mí muy difícil.
Dejamos en el olvido la pretendida cresta del Pico Maldito por distintas circunstancias, y sin embargo hicimos un grupo para ésta igual de atractiva.
Lolo, Alegría, Loren, Jesús y yo nos pusimos en marcha hacia el Valle de Estós el sábado por la tarde con calor y tiempo algo inseguro, las dudas van variando al tiempo que las nubes crecen como hongos sobre las montañas o bien desaparecen entre ellas. Incertidumbre que no tenemos en cuanto a la ascensión en sí, al no tener como objetivo principal conseguir la cresta completa pues nos bastaba con subir los dos o tres primeros picos.
El valle estaba igual de verde que siempre, espléndido.
Y lleno de flores, como corresponde a la época. Además el río lleva mucha agua para ser mitad de julio.
Dormimos en el algo anticuado refugio de Estós, pasamos mucha calor y a las 4 de la madrugada decidimos levantarnos y partir minutos antes de las 5 de la madrugada.
Lolo sufrió el "hurto" de su frontal, una verguenza que haya gente así por el mundo.
Ascendimos por el barranco de Gías, al norte del mismo Refugio, enseguida la pendiente se hace muy bestia, así que toca llevar un paso algo lento para no agotarnos.
Encontramos dos preciosas salamandras que me recordaron a las que vimos por la sierra de Gredos el año pasado.
Amanece y ya vemos la cresta ante nuestros ojos. El pico de la derecha es el Jean Arlaud, que vamos a subir el primero desde el collado o puerto de Oô, por la pared que el sol ya ilumina. Es una trepada de grado II en teoría, pero ya veremos. 150 metros entre el collado y el pico son muchos metros.
A nuestras espaldas, vemos unos preciosos picachos, creo que son los picos de Batisielles y el Escorvets.
Y al Sureste, la cresta del Seil de la Baca, hacia el Pico Perdiguero, que es el gigante de la zona.
Comenzamos la trepada y enseguida se complica, pasa a ser un IIIº+, con un paso de escalada que por lo expuesto decidimos asegurar con cuerda, realmente muy difícil, ya que la pared está surcada de varias grietas y es difícil saber cual es la buena. Uff que apurillos, menos mal que voy con gente que saben lo que hacen y encordados no hay problema.
Mucho ambiente, y sobre todo mucho viento, del oeste frío y fuerte, que hacía que aflorasen los nervios.
Últimos pasos de arista más fácil hasta la cima.
Vistas inmensas y bellísimas hacia el Pico Posets, con el glaciar bajo sus paredes y la cresta del Bardamina a su izquierda. Imagen maravillosa, ¡¡¡lo que hacen las nubes en el paisaje!!!
Pico Jean Arlaud, 3.065 m. Todo un pico que luce y hasta resplandece.
Detrás nuestro el Gourgs Blancs.
El destrepe hacia el siguiente en cresta no es ningun regalo, IIº+ y pasos largos que Alegría casi no puede alcanzar. Lolo está atento a todos para evitar percances.
¡¡Por fín, el Gourgs Blancs!! 3.129 m. que será la máxima altura de hoy. Por suerte es muy pronto, las 9,30 h. y las nubes no parece que vayan a dar tormentas hoy.
La cresta sigue y aunque es evitable más abajo al sur, nosotros lo intentamos por el filo, se pone muy difícil y hacer un rápel es inevitable. ¡¡¡¡Menudas piedras tan enormes al borde de un abismo!!!!
Para evitar el montar cuerda destrepamos unos bloques y trepamos otra vez a la cresta, mucha agilidad y fortaleza mental, continuos pasos de IIº nos hacen sentir la aspereza del granito y sufrir lo justo para no pasarlo mal y poder disfrutar del ambiente y de la enormidad de esta cresta.
Esto si que son vistas imponentes, el día es precioso pese al viento, el cielo luce muy bello y las rocas nos parecen gigantes, vemos ya los siguientes picos como algo realmente fuera de nuestras posibilidades, solo que viene gente que ya los ha hecho y saben "que hay paso". ¡Adelante!
Loren toma avanzadilla con Jesús Zuriguel, que ya ha hecho estos picos al igual que Lolo y Ale, que van detrás mío.
Foto de Lolo y Ale en un gendarme, es posible que no tengan muchas fotos juntos en esta cresta, ya que muchas veces iban los dos solos hasta que completaron los 212 tresmiles del Pirineo.
Es muy agradable ver su tranquilidad en estas alturas, la experiencia que tienen hace que todo se haga más fácil e incluso divertido aunque el cansancio ya hace mella.
Tercer tresmil, Torre Armengaud, 3.114 m.
De nuevo a destrepar, Loren en apurillos, je je.
Cuarto tesmil, Punta Lourde Rocheblave, 3.104 m. Detrás la cresta que estamos haciendo.
Lorenzo y Santi, ya llevamos unas cuantas juntos.
Aquí la cresta cede y solo es andar entre bloques hasta el Pico Camboué, donde ya ha llegado Lolo.
Pico Camboué, 3.043 m. y llevamos ya 5 tresmiles.
El Posets, y delante suyo los Clarabides, magníficos.
Seguimos por la cresta hacia el Saint Saud, el más bajo de los picos de esta jornada. Por momentos parece que se complica la arista, de nuevo destrepes que finalmente nos obligan a descender más y no seguir el filo. El abismo hacia el Norte es impresionante.
Y el panorama al Oeste es que no dejamos de mirarlo, verdaderamente bellísimo con el ibón de Clarabides semi helado, ¡¡con la calor que hace en Monzón!!
Pico Saint Saud, 3.003 m. Toca volver hacia España, al Collado de Gías (2.921 m.)
Estamos en el collado, a nuestra derecha tenemos los últimos cuatro picos, Lolo Ale y Jesús ya los han hecho, seguimos Lorenzo y yo solos, dejando las mochilas en el Puerto de Gías.
Clarabides Oriental, 3.012 m.
Clarabides Central, 3.020 m. cinco minutos después.
Clarabides Occidental, 3.008 m. y unos minutillos más.
Vemos los dos clarabides que hemos hecho primero, uno rojizo y otro gris, con la cresta del Gourgs Blancs al fondo y el Camboué a la izquierda.
Solo falta el Pico Gías, parece difícil pero solo tiene una facilisima chimenea en medio de esa pared.
Clarabides Occidental (izda.) y Central (dcha.) detrás nuestro.
Pico Gías, 3.011 m. Diez Tresmiles. Objetivo cumplido.
Flores en el Pico Gías, una bendicion en este mundo mineral.
Chimenea del Pico Gías, sin problemas. IIº-, como mucho.
Nos reunimos en el collado y comienza el duro y largo descenso. Un helicóptero de rescate da vueltas y nos hace intuir que alguien está en apuros, aunque más abajo que nosotros.
Llegamos al ibón grande de Gías (2.628 m.), con el Seil de la Baca (3.110 m.) de fondo, un paisaje de ensueño otra vez colgados sobre el valle de Estós..
Estamos en las inmediaciones del Refugio, y se abre un mundo de prados verdes y flores por todas partes. Un descanso para la vista y para las piernas.
Termina la jornada después de trece horas de caminata, una magnífica actividad que hace las delicias de cualquier alpinista, aunque ahora hacen falta unas cuantas horas más para descansar y ya repuestos disfrutar de lo que hemos hecho.
Quiero dedicar esta cresta a todos mis compañeros (Lolo, Alegría, Lorenzo y Jesús) por su compañía, profesionalidad y técnica necesaria que hacen posibles estas ascensiones tan duras.
Con ellos cuatro ha sido un auténtico placer.
amigo santi nos alagan mucho tus palabras hacia nosotros, es un placer poder ir al pirineo con gente asi ,la gran pasion que tenemos en comun hace que compartamos momentos que perduran siempre.
ResponderEliminarlolo y ale
Sin duda, porque estos buenos momentos a mi se me graban muy muy adentro, y ahora mismo solo puedo hacer que daros las gracias, aunque tambien quiero corresponderos en aquello que yo pueda.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo. Santi.
Vaya nivel que tenéis, cada día váis a más. Así sólo se os puede seguir por el blog.
ResponderEliminar¡Enhorabuena!